Cuando pensamos en los orígenes del croissant nos imaginamos un pastelero o panadero creativo «parisín» o al menos de los alrededores de la gran metrópoli. Pero, ¿nunca habéis pensado en la forma de media luna del croissant? Esto nos transporta automática- mente fuera del continen- te europeo.
La historia más extendida en referencia a la creación de este exquisito producto está vinculada a la invasión turca en Europa. El ejército turco avanzaba luchando contra el imperio romano germánico en el siglo XVII, invadiendo Constantinopla y parte de Hungría. Avanzaban con la intención de hacerlo también con Viena, ciudad amurallada. Esto hizo que los soldados turcos mediante un túnel y aprovechando la oscuridad de la noche, llegaran al centro de la ciudad y sorprendieran a sus habitantes. Los panaderos vieneses eran los únicos que trabajaban a estas horas de la noche, y dice la leyenda que al presenciar la invasión de los soldados turcos despertaron a toda la ciudad evitando así el ataque planificado. Para celebrar la victoria y la resistencia de la ciudad de Viena contra los turcos, estos panaderos inventaron un dulce, crujiente y maravilloso con la forma de la media luna que forma parte de la bandera turca.
Por otro lado si es verdad que la expansión y comercialización del croissant así como sus variedades es mérito francés, puesto que fue la reina María Antonieta, de origen austríaco, la que lo introdujo en Versalles, pasando a formar parte del ADN de la cocina francesa.
En nuestras máquinas podéis encontrar cruasanes elaborados diariamente en nuestra cocina… ¡y para todos los gustos tanto; dulces como salados!
Marina Díaz
Marvi 93
Cervelló, 25 de abril de 2016